Descripción
El síndrome de apnea hipopnea del sueño (SAHS) es un problema de salud pública significativo caracterizado por episodios repetitivos de oclusión de la vía aérea durante el sueño asociados con ronquidos, la fragmentación del sueño, hipersomnolencia diurna y aumento del riesgo cardiovascular (1, 2). Está bien establecido que el tratamiento más eficaz para el SAHS es la presión positiva continua en las vías respiratorias, en inglés “Continuous Positive Airway Pressure” (CPAP) (3) con un cumplimiento por parte del paciente variable. La CPAP elimina virtualmente el SAHS junto con la eliminación del ronquido, la reducción de la somnolencia diurna y la mejora de la calidad del sueño subjetivo (3, 4).
La etiología del SAHS es multifactorial e incluyen factores anatómicos y fisiológicos. Los músculos dilatadores de las vías respiratorias superiores son cruciales para el mantenimiento de la permeabilidad faríngea y pueden contribuir a la incidencia de esta enfermedad (5,6).
Otros tratamientos para el SAHS incluyen el dispositivo de avance mandibular (DAM), la cirugía convencional, con láser CO2 o por radiofrecuencia o la estimulación del nervio hipogloso. Existe a su vez alguna evidencia sobre tratamientos farmacológicos con oxibutinina y atomoxetina, los cuales presentan en la actualidad resultados prometedores (7), y se han realizado ensayos clínicos con teofilinas, acetazolamidas y desipramina para reducir la colapsabilidad de la via aérea superior sin clara efectividad (8,9).
La terapia miofuncional, es una modalidad de tratamiento aplicada a sujetos con trastornos miofuncionales orofaciales, que pueden interferir con el desarrollo o funcionamiento de dichas estructuras y funciones (10).
Los estudios revisados sobre la terapia miofuncional demuestran beneficios promoviendo cambios en los músculos disfuncionales de las vías respiratorias superiores (11), por lo que se ha propuesto con éxito para reducir la severidad de SAHS y los síntomas asociados en adultos (12). El potencial de la terapia miofuncional también se ha investigado para promover la reducción del Índice de Apneas Hipopneas (IAH), del ronquido (13), la mejoría de la calidad de vida (14) y se puede considerar como un tratamiento adyuvante y una estrategia de intervención para apoyar la adherencia a la CPAP (15).
Sin embargo, los estudios aleatorizados y de alta calidad aún son poco frecuentes, y los efectos del tratamiento también deben analizarse a largo plazo.